22,30h.
Entrada 5 €
Tuco y Los Definitivos
UN ESPECTÁCULO ERÓTICO-HUMORÍSTICO Y MUSICAL CON MUCHO GANCHO
No es el Gran Cañón, ni un ave exótica de gran tamaño, tampoco es un tipo peligroso, ni un avión… Su talante es extremadamente pacífico, y se caracteriza por darle al teclado o a la trompeta mientras interpreta letras compuestas y musicadas por él mismo. Este hombre es un gran comunicador que nos devuelve la sonrisa y nos hace más amena la existencia. El Gran Tuco porta frac y una chistera que arrampló de la guardarropía personal del conocido grupo musical ‘La chistera negra’. Algunos le acusan de iconoclasta, de salvaje, con un toque a lo Harold Lloyd, a lo Charlot y a los Hermanos Marx, todos juntos. Los Definitivos –que casi nunca son los mismos- le han acompañado en sus actuaciones por pueblos, ciudades, fiestas y locales, en donde sus letras porno-erótico-festivas, son aceptadas entre sonrisillas que devuelven al desmotivado libido de más de uno un glorioso despertar.
Sus letras hilarantes, críticas, divulgativas y sabrosas, rozan la barbarie social y sexual y gustan, o mucho, o escandalizan sobremanera, pero Tuco llama a las cosas por su nombre y lo hace con el lenguaje de la ironía, de la frivolidad, comprobando mientras canta y toca la trompeta –a salto de mata-, que nuestros dispersos roles se llevan muy mal si no le damos a nuestra mente un poco de qué hablar.
JORGE VILLALMANZO (escritor)
Elvis Presley nunca estuvo en el Ambigú de la Plaza Roma de Burgos. Serge Gaingsbourg tampoco. Pero me dicen que Tuco y Los Definitivos consiguieron lo imposible: Que por una noche Serge Gaingsbourg se reuniera con Elvis en el cuerpo de Tuco, cuando Tuco cantó Me quedo en bolas.
Éxitos ‘definitivos’ en Internet son Una piraña en el bidé, Canción de amor a mi mano derecha y quizás la mejor canción de su nueva etapa Ya tenía ganas yo.
JESÚS ORDOVÁS (crítico musical)
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